DULCE DE MEMBRILLO

La receta de hoy, es muy sencilla y da mucho juego como merienda, postre o simplemente aperitivo.

Ahora, en esta época mi madre hace membrillo, como cada año, a mi padre y a mi hijo les encanta.

Así que este año,  he probado de hacerlo y la verdad es que ha salido muy bueno,

 -No como el tuyo Ma, pero se acerca bastante-.

No sabia lo duros que llegan a ser los membrillos, me sorprendió bastante a la hora de trocearlos.

Ahora un poco de historia, que siempre va bien.

 En la Grecia antigua los membrilleros, estaban consagrados a Afrodita, la diosa del amor. Y su fruto, el membrillo, era el símbolo del amor y la fecundidad, los recién casados debían comer uno antes de entrar en la habitación nupcial.

Este fruto paradisiaco nació en Asia, exáctamente en Persia y crece en forma silvestre en todo Medio Oriente.

 Hay quienes sostienen que el simbólico fruto del Jardín del Edén, que Adán ofreció a Eva, no fue una manzana, sino un dorado membrillo deliciosamente perfumado, hipótesis que resulta bastante plausible si se acepta que el Edén estaba situado en Mesopotamia.

Después de esta perla de sabiduría, apunta la receta y... Peca

Ingredientes:

• 2 kg de membrillo( 3 ó 4 piezas)
• 1 kg de azúcar (siempre la mitad del peso de membrillo)                      
• agua
• Queso curado de oveja

Elaboración:

 Pelar y trocear los membrillos, introducirlos en una olla y sin llegar a cubrir añadir agua, si es mineral mejor que del grifo, claro está que si tenéis en vuestra ciudad un agua de calidad y con buen sabor, no hará falta la embotellada.

Añadirle el azúcar y cocer durante 1 hora y media apróximadamente.
Os daréis cuenta, que se va oscureciendo, es normal. Llegado a este punto retirar y dejar el membrillo cocido en un colador para que suelte el máximo de liquido.

Una vez escurrido, trituraremos hasta dejar una pasta fina y granulosa, la pondremos en un molde forrado con papel film o de horno, ( así será más fácil, a la hora de desmoldar y cortar) y dejaremos enfriar completamente, una vez frío reservar en la nevera.

Antes de servir, cortaremos unos trozos de queso curado de oveja, a mi padre y a mi hijo les gusta mucho el Flor d'Esgueva, tiene cuerpo y un sabor profundo, sin llegar a picar como los quesos curados viejos, e iremos intercalando queso y membrillo en unas brochetas o unos mondaditos de pan tostado con el queso caliente y el membrillo encima. También combina muy bien con manzana o Camembert.